Washington, 11 sep (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó hoy de increíblemente exitosa la respuesta de su administración al huracán María en Puerto Rico, donde un reciente análisis arrojó que murieron casi tres mil personas debido al meteoro.
Durante una reunión sobre los preparativos ante la proximidad de Florence, un huracán de categoría cuatro que golpeará en los días venideros a estados del este del país, el jefe de la Casa Blanca manifestó que la asistencia a ese territorio fue un éxito no reconocido.
Probablemente lo más difícil que tuvimos fue Puerto Rico, y de hecho creo que fue uno de los mejores trabajos que se hayan realizado, añadió el gobernante republicano, cuya administración recibió fuertes críticas por la situación en que quedó la isla con estatus de Estado Libre Asociado.
De acuerdo con Trump, fue tremenda la labor de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y las fuerzas del orden junto con el gobierno de Puerto Rico.
El presidente habitualmente se otorgó altas calificaciones por la respuesta de su ejecutivo al huracán María, y mantiene esa postura luego de que la Universidad de George Washington estimó en agosto pasado que dos mil 975 personas murieron a raíz del meteoro en los seis meses posteriores a su paso por la isla.
Ricardo Roselló, el gobernador del territorio, encargó ese estudio independiente después de meses de presión pública sobre el fracaso de su administración en contar adecuadamente el número de víctimas mortales.
Para realizar el reporte, que abarca de septiembre de 2017, cuando pasó la tormenta, hasta febrero pasado, los investigadores identificaron factores que pueden haber causado confusión sobre los fallecimientos, incluida la falta de directrices y capacitación para que los médicos certificaran los decesos por desastres.
Tras el paso de María, muchas fuentes denunciaron que la ayuda brindada a la isla fue insuficiente e inferior a la enviada a otros lugares del país afectados por organismos de ese tipo, como Texas y Florida.
Además, en julio pasado la propia FEMA admitió haber subestimado drásticamente la devastación que el huracán podía provocar en Puerto Rico.
La agencia reconoció que sus planes para una crisis en ese territorio se basaron en un desastre focalizado como un tsunami o un terremoto, no en un gran ciclón.
Según un informe de la entidad federal, la FEMA subestimó enormemente la cantidad de alimentos y agua dulce que necesitaría, y lo difícil que sería obtener suministros adicionales.
Cuando llegó la tormenta, el almacén de la agencia en Puerto Rico estaba casi vacío y sus contenidos se habían trasladado para ayudar a las Islas Vírgenes estadounidenses, que fueron azotadas por otro fenómeno de ese tipo dos semanas antes.